El camino nos llevó a una gran bajada dentro del bosque caminando sobre hojas secas. Nos detuvimos. Revisaron el mapa y ....... ¡oops! ¡nos equivocamos de camino!. Hay 2 opciones: o nos devolvemos y retomamos la ruta como previsto (lo que implicaba subir lo que acabábamos de bajar), o seguimos por aquí pero hay que atravesar “El Paso de la Muerte” y después seguir bajando hasta los carros y se acabó la excursion. Por votación casi unánime, decidimos pasar el paso de la muerte y finalizar la excursion, con tal de no devolvernos y seguir caminando por unas cuantas horas más.
“El Paso de la Muerte”: ¡Pasaje peligroso!, según la descripción de los que se adelantaron a ver, era bajar por una pared de piedra donde había unas barras que formaban una escalera por unos 4 m. Decidimos descansar y comer algo antes de continuar. Mientras tanto los “expertos” (Julian, Vivian, Aline y Christine) se adelantaron para poner cuerdas en el camino y asegurar el pasaje. Después de 1 hora La primera en aventurarse: Alex. Había que pasar de 1 en 1 así que los demás nos quedamos arriba a la expectativa de lo que sería el famoso “Paso de la Muerte”. Finalmente, cuando todos habíamos pasado llegamos a la conclusión de que es más el nombre lo que asusta que otra cosa. No fue para nada difícil ni peligroso como lo pintaban.